En que Creemos
Creemos en el Santo Amor de Dios Padre; la Salvación por gracia mediante la Fe en el Señor Jesucristo, recibida como un don gratuito de Dios; y el poder del Espíritu Santo para transformar vidas humanas, capacitar a los creyentes como testigos de Jesús y operar a través de dones espirituales, que glorifican al Señor Jesucristo.
Nuestras creencias no están necesariamente ordenadas por prioridad, y las Escrituras mencionadas y citadas no son exhaustivas, sino algunos ejemplos de referencia.
Hay Un Solo Dios Verdadero y Eterno
Hay un solo Dios verdadero, que siempre ha existido y siempre existirá. Él existe como tres Personas: Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo. Estas tres Personas en un solo Dios son referidas como la Trinidad. Dios creó y sostiene todas las cosas. No hay límites para el asombroso amor, poder, sabiduría y bondad de Dios. Dios es totalmente santo y separado del pecado. Dios está presente en todas partes (omnipresente), tiene todo el poder (omnipotente) y conoce todas las cosas (omnisciente). Él es soberano. Él es inmutable. Dios es amor. Él es bueno, misericordioso, justo y fiel.
[Gen 1:1; Deut 6:4; Deut 33:27; 1 Crón 16:34; Sal 66:7; 90:2; 104:24; Prov 2:6; 3:19; Jer 10:12; Mt 19:17; 28:19; Jn 14:15-23; Rom 1:20; 1 Cor 12:4-6; 2 Cor 13:14; Ef 1:3-14; 2:18,22; 3:9,14-17; 4:4-6; Col 1:15-17; Stg 3:17; 1 Jn 4:8,16; Ap 1:4-8; 4:8-11]
Salmo 90:2
"Antes que nacieran los montes o se formaran la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios."
Mateo 28:19
"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo"
Mateo 28:20
"enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén."
Los Seres Humanos Son Creados
a Imagen de Dios
La humanidad es creada a imagen o semejanza de Dios. Esta imagen de Dios, dada en la creación, fue dañada en la caída, pero puede ser restaurada a través de Jesucristo.
Dios creó a las personas para disfrutar de una relación personal con él en la dimensión espiritual.
Las personas también fueron creadas con mentes y voluntades, libres de elegir si obedecerían a Dios y disfrutarían de la comunión con él o no. Tristemente, los seres humanos eligieron seguir su propio camino y se apartaron de Dios, pecaron. La comunión con Dios se rompió y los seres humanos ya no podían relacionarse libremente con Dios.
Cada ser humano es un pecador y cada pecador merece morir. No podemos ayudarnos a nosotros mismos. Nunca podemos reconciliarnos con Dios por nuestros propios esfuerzos. Nunca podemos alcanzar el estándar perfecto de justicia de Dios. Solo hay una manera en que podemos ser salvos y es apropiando los beneficios de la muerte de Jesucristo en nuestro nombre. Esta es la única manera en que la comunión humana con Dios puede ser restaurada.
[Gen 1:26-27; Gen 3:1-9; Isa 53:6; 59:2; Jn 3:16; 17:3; Hch 4:12; Rom 1:16-17; 3:23; 5:6-8; 6:23; Ef 2:8-9; 1 Jn 1:3]
Génesis 1:27
"Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó."
Romanos 3:22
"la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia,"
Romanos 3:23
"por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,"
Dios el Padre
La Primera Persona de la Trinidad es Dios el Padre. Él es el Creador de todas las cosas y la fuente de toda paternidad. Él es el Padre del Señor Jesucristo y de todas las personas que, mediante la fe en Jesucristo, nacen de nuevo y se convierten en miembros de Su familia.
Dios Padre es Espíritu y debe ser adorado en Espíritu y en verdad.
Su amor se muestra supremamente en que dio a su único Hijo, Jesucristo, para la redención de la humanidad.
[Gen 18:14; Sal 139:1-12; Lam 3:22-23; Mt 6:9; 11:27; 24:36; 26:53; Lc 1:37; 10:21-22; 11:2,12; Jn 3:16; 4:8-10,23; 5:16-27; 8:12-59; 10:29-30; 13:1; 14:6,10-11; 17:6; 20:17,21; Hch 1:7; 1 Cor 8:6; 2 Cor 1:3; Ef 1:1-8; 3:14-15; Gal 4:6, Jud 1]
Mateo 6:9
"Así que, vosotros oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre."
Juan 20:17
"Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios."
Dios el Hijo
La segunda Persona de la Trinidad es Dios el Hijo, el Señor Jesucristo. Él es el eterno Hijo de Dios Padre. Él existió antes de todas las cosas. El Hijo se hizo humano para que los seres humanos pudieran ser salvados de sus pecados. Él es la Palabra viviente, la Palabra hecha carne, y la imagen del Dios invisible. Él es totalmente Dios y totalmente hombre.
Jesús vivió una vida sin pecado, revelando a Dios y su reino a la humanidad. Fue crucificado y murió, dando su vida como sacrificio expiatorio por los pecados de todas las personas. Su sacrificio es totalmente suficiente para proporcionar perdón por todos los pecados de todas las personas en todas partes y en todo momento.
Jesucristo fue revelado poderosamente como el Hijo de Dios cuando resucitó de entre los muertos. Él ascendió al cielo y ahora está exaltado al lugar más alto. Jesús es Señor de todo, y su nombre está por encima de todo nombre. Él es supremo sobre todo. Un día, Él regresará en poder y gran gloria para reunir a su pueblo para la vida eterna y para traer juicio sobre todos aquellos que no obedecen el evangelio.
Con su victoria sobre la muerte, Jesucristo ha destruido al diablo, que tiene el poder de la muerte. Jesús es capaz de liberar a todos aquellos que tienen miedo de la muerte. Jesucristo es victorioso sobre todos los poderes de la oscuridad. Él es capaz de liberar a las personas del poder del diablo y de todas las fuerzas del mal.
[Mt 3:17; 17:5; Jn 1:1-2; 5:19-30; 8:54; 10:25-30; 14:5-12; Hch 1:11; Rom 1:1-4; 5:6-11; 1 Cor 15:3-4; Fil 2:6-11; Col 2:13-15; 1 Tes 4:16; 2 Tes 1:6-10; Heb 1:1-3; 2:14-17; 9:12,14-15,28; 10:10; 1 Pe 2:22-25; 1 Jn 2:1-2; Ap 19:11-21; 22:20]
Mateo 3:16-17
"Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia."
Hebreos 1:1-3
"Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas."
Dios el Espíritu Santo
La tercera Persona de la Trinidad es Dios el Espíritu Santo. Él es el Espíritu de verdad, enviado por el Padre y el Hijo para estar con los creyentes para siempre. Él revela la verdad sobre Jesús. Él convence a las personas de la gravedad del pecado y de la necesidad de arrepentimiento. Él da nuevo nacimiento a aquellos que se arrepienten de sus pecados y creen en el Señor Jesucristo.
El Espíritu Santo produce cambios espirituales continuos en las vidas humanas. Él desarrolla frutos espirituales en aquellos que le obedecen y les da dones espirituales para una vida y un ministerio efectivos.
El Espíritu Santo es el Espíritu de la misión. Él guía y capacita a los creyentes para ser testigos de Jesucristo entre personas de todas las naciones. Su tarea suprema es glorificar a Jesús.
[Gen 1:2; Job 33:4; Isa 11:2; 61:1; Mt 28:19; Jn 1:12-13; 3:5-8; 14:15-26; 16:5-16; Hch 1:8; 13:1-4; 10:38; 15:28; 16:6; Rom 8:1-17,26-27; 1 Cor 2:10-16; 12:1-11; Gal 5:22-23; Ef 3:19-21; Ap 1:4; 2:7,11,17,29; 3:6,13,22; 4:5; 5:6; 22:17]
Juan 3:5
"Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios."
Hechos 1:8
"Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra."
La Biblia, las Sagradas Escrituras
La Biblia es la Palabra inspirada de Dios. Explica todo lo que necesitamos saber para recibir la salvación.
La Biblia es absolutamente autoritaria y nos enseña qué creer y cómo comportarnos. Aceptamos la Biblia por fe. La Biblia es completa, tal como está, y no debe ser añadida, sustraída o cambiada debido a la tradición o cualquier supuesta nueva revelación.
Los pasajes bíblicos deben interpretarse teniendo en cuenta su contexto, contenido y propósito, y en obediencia reverente al Espíritu Santo, quien revela su verdadero significado.
[Sal 19:7-11; 119:1-152; Isa 55:11; 66:2; Jer 23:29; Mt 22:29; Jn 5:39; 10:35; Lc 11:28; 24:17; Hch 6:2; 10:39-43; 17:11; Rom 10:17; 15:4; 1 Cor 15:3-4; 2 Cor 4:2; Ef 1:13; 2 Tim 3:16-17; Heb 4:12; 5:9; 1 Ped 1:1-12; Ap 1:1-3; 3:8; 22:18-19]
2 Timoteo 3:16-17
"Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra."
Hebreos 4:12
"Pues la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón."
El Evangelio de la Salvación
A menos que los seres humanos seamos salvados de nuestro pecado, sufriremos separación eterna de Dios y no podremos disfrutar de comunión con Él ni en esta vida ni en la vida futura. Por Su gran amor por todas las personas, Dios el Padre envió a Dios Su Hijo, Jesucristo, al mundo para salvarnos. Jesucristo es el único Salvador.
La salvación es un regalo totalmente inmerecido de Dios. Es un don gratuito de la gracia de Dios, que no se puede ganar sino que se recibe por fe. El evangelio es la buena noticia del poder de Dios para salvar a aquellos que creen en Jesús.
La salvación se recibe mediante un arrepentimiento genuino del pecado y por fe en Jesucristo. Libera a una persona del poder y el castigo del pecado. En el cielo, los creyentes también serán liberados de la presencia del pecado.
La salvación implica nacer de nuevo por el Espíritu Santo y trae muchos privilegios y beneficios maravillosos, por ejemplo:
-
Vida eterna en comunión con Dios;
-
Ser adoptado en la familia de Dios;
-
Convertirse en una nueva creación;
-
Ser considerado justo ante Dios por la fe;
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Ser rescatado del reino de las tinieblas y llevado al Reino del Señor Jesucristo;
-
Ser redimido, regenerado y santificado, y ser bendecido con toda bendición espiritual en Cristo.
La salvación libera a una persona para obedecer a Dios y vivir una vida santa y recta para Sus propósitos.
[Gen 3:15; Isa 52:13-53:12; Mr 10:45; Lc 2:10-11; 19:10; Jn 3:3-21; Hch 2:38-39; 4:12; 16:31-34; Rom 1:16-17; 5:1-11; 6:1-14; 6:23; Gal 1:4; Ef 2:8-9; 1 Cor 1:18; 15:2; 2 Cor 2:15; Col 1:13; 2 Tes 2:13; 1 Tim 2:4; 2 Tim 1:10; Tit 1:4; 2:11-14; 3:4-7; 2 Pet 1:11; 1 Jn 3:9; Ap 7:9-17; 22:17]
Lucas 2:10-11
"Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor."
Juan 3:16
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna."
El Diablo
El diablo es un poderoso ser espiritual creado. Buscó destruir a Jesús, y es el enemigo de todos los cristianos. El diablo es el dios de este mundo. La muerte y resurrección de Jesucristo han despojado al diablo de su poder, pero se le ha permitido continuar con sus obras malignas hasta el juicio final. Entonces, él y todos los espíritus malignos serán condenados al tormento eterno. Hasta ese momento, el diablo tienta, acusa y busca engañar y destruir al pueblo de Dios. Sin embargo, los cristianos tienen derecho a ejercer la autoridad de Jesucristo sobre el poder del diablo.
[Gen 3:15; 1 Crón 21:1; Job 1:6-12; 2:1-7; Mt 4:1-11; 6:13; Lc 11:14-22; 13:15-16; 22:31; Jn 8:44; 13:2,27; 17:15; Hch 10:38; 13:10; 26:17-18; 2 Cor 2:10-11; 11:14; 12:7; Col 3:13-15; 1 Tes 2:18; 2 Tes 2:9; 1 Tim 5:15; Heb 2:14-15; Stg 3:15; 1 Ped 5:8-9; 1 Jn 3:7-10; Ap 2:9,13; 12:7-17; 20:1-10]
1 Pedro 5:8
"Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar."
1 Juan 3:8b
"El Hijo de Dios fue manifestado para deshacer las obras del diablo."
La Iglesia
La Iglesia está compuesta por todos los verdaderos cristianos en todo el mundo. Es el cuerpo de Cristo y la familia de Dios. Cristo es la Cabeza de la Iglesia. La Iglesia existe para adorar y servir a Dios. La tarea principal de la Iglesia es hacer discípulos de Jesucristo en todas las naciones proclamando el evangelio con palabras y obras. La Iglesia funciona a través de congregaciones locales de creyentes, que se reúnen para adorar, orar, enseñar, tener comunión, celebrar la Cena del Señor y ministrar mutuamente. Los miembros de la Iglesia siempre deben relacionarse entre sí en el amor del Señor y considerar a los demás antes que a ellos mismos. El Señor ha dado dones ministeriales a la Iglesia para edificar a los creyentes juntos en unidad y equiparlos para servirle.
[Mt 16:18; Hch 2:41-47; 11:26; 13:1; 14:23; 20:17,28-31; 1 Cor 1:2; 12:27-28; 14:26; Ef 1:22-23; 2:19-22; 3:10-11,21; 4:11-13; 5:22-33; Fil 2:1-5; Col 1:18; 3:12-17; 4:15; 1 Tes 1:1; 1 Tim 3:15; 5:17; Stg 5:14; Ap 1:20; 21:9; 22:16]
Efesios 1:22-23:
"Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo."
1 Timoteo 3:14-15:
"Estas cosas te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte, para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y apoyo de la verdad."
Las Ordenanzas
Jesucristo instituyó dos ordenanzas, el Bautismo y la Cena del Señor (Santa Comunión).
Bautismo
El bautismo simboliza la identificación del creyente con Cristo en su muerte, sepultura y resurrección. Representa el sepultamiento de la vieja naturaleza y la vieja forma de vida, y el surgimiento a una nueva vida en Cristo. Indica separación de la vida antigua y entrada en la nueva vida. Simboliza el lavamiento de los pecados.
El bautismo normalmente debería seguir tan pronto como sea posible después de que una persona se arrepiente y se vuelve al Señor en fe. El bautismo es parte integral de la iniciación cristiana, pero no es esencial para la salvación.
[Mt 3:13-17; Mr 16:16; Hch 2:38; 9:18; 10:48; 16:31-33; 19:4-5; Rom 6:3-7; Ef 4:5; Col 2:12; 1 Ped 3:21]
Hechos 2:37-38:
"Al oír esto [la verdad sobre Jesús], se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: --¿Qué haremos, hermanos? Pedro les dijo: --Arrepiéntanse y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibirán el don del Espíritu Santo."
Colosenses 2:11-12:
"En [Jesús] también fueron circuncidados con circuncisión no hecha con manos, al echar de sí el cuerpo pecaminoso, en la circuncisión de Cristo; sepultados con él en el bautismo, en el cual también fuisteis resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios, que le levantó de los muertos."
La Cena del Señor
(Santa Cena o Comunión)
La Cena del Señor es un compartir de los creyentes de elementos que simbolizan el pan y el vino que el Señor Jesús distribuyó en Su última comida con Sus discípulos, poco antes de Su arresto y crucifixión. Es un recuerdo de Su muerte sacrificial, Su presencia, Su victoria y Su prometido regreso en poder.
La Cena del Señor da testimonio del nuevo pacto entre Dios y la humanidad, establecido por la efusión de la sangre de Jesucristo, que trae el perdón de los pecados y restaura a los creyentes a una relación correcta con Dios.
[Mt 26:17-21,26-30; Mr 14:12-16,22-26; Lc 22:7-22; Hch 2:42; 20:11; 1 Cor 10:16-17; 11:17-32]
Mateo 26:26-28:
"Mientras comían, Jesús tomó pan, lo bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: 'Tomen y coman; esto es mi cuerpo.' Luego tomó la copa, dio gracias y se la ofreció, diciendo: 'Beban de ella todos ustedes. Esto es mi sangre del pacto, que es derramada por muchos para el perdón de pecados.'"
1 Corintios 11:23-25:
"Porque yo recibí del Señor lo que también les enseñé a ustedes: que el Señor Jesús, la noche en que fue traicionado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: 'Esto es mi cuerpo, que es para ustedes; hagan esto en memoria de mí.' De la misma manera, después de cenar, tomó la copa, diciendo: 'Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; hagan
Unidad Cristiana
La unidad entre los creyentes es la voluntad de Dios. Es un testimonio del Señor Jesucristo y es evidencia del amor de Dios. Dios promete Su bendición a los creyentes que habitan juntos en unidad. La unidad cristiana trasciende las diferencias de cultura, antecedentes, experiencia, denominación, género y posición social. Todos los creyentes deben trabajar juntos para proclamar el Reino de Dios y edificarse mutuamente en amor.
[Sal 133:1-3; Jn 10:16; 17:11,20-21; 1 Cor 1:10-13; 12:12-31; 2 Cor 13:11; Gál 3:28; Ef 2:13-22; 4:3-5,15-16; Fil 2:1-2; 3 Jn 5-8; Ap 7:9-10]
Juan 10:16:
"Tengo otras ovejas que no son de este redil; a ésas también me es necesario traerlas, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor."
Juan 17:20-21:
"No ruego solo por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste."
El Bautismo del Espíritu Santo
Usamos la frase "bautismo del Espíritu Santo" (o "el bautismo en el Espíritu Santo") para describir la experiencia de ser "abrumados por", "sumergidos en" o "inundados por" el Espíritu Santo. Esto se hizo realidad por primera vez para los creyentes el día de Pentecostés, cuando el Señor Jesús ascendido derramó el Espíritu Santo sobre Sus discípulos. Como entonces, hoy, Jesús es quien bautiza en el Espíritu Santo.
El bautismo en el Espíritu se recibe por fe y capacita a los creyentes para ser testigos de Jesucristo. Es un don gratuito de Dios y está disponible para todo creyente. No depende de la madurez espiritual.
El libro de los Hechos sugiere que la evidencia inicial normal del bautismo en el Espíritu es hablar en lenguas. Esto está estrechamente vinculado a la profecía, que a lo largo de la Biblia es un signo de la presencia del Espíritu, y que caracterizó la primera aparición de hablar en lenguas en Pentecostés, como se describe en el capítulo 2 de los Hechos.
[Joel 2:28-29; Mt 3:11; Mr 1:8; Lc 3:16; 24:49; Jn 1:32-34; 7:37-39; Hch 1:5,8; 2:1-4; 8:14-19; 10:44-47; 11:15-18; 19:5-6]
Hechos 1:5:
"Porque Juan ciertamente bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días."
Hechos 1:8:
"Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra."
Hechos 2:3-4:
"Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen."
Los Frutos del Espíritu
El Espíritu Santo transforma vidas humanas y produce el fruto enumerado en el capítulo 5 de Gálatas: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza. Estas y otras cualidades similares se desarrollan cada vez más a medida que el creyente obedece al Señor, coopera con la obra del Espíritu Santo que habita en él y avanza hacia la madurez cristiana.
[Mt 12:33-35; Jn 15:1-17; Rom 7:4-6; 8:5-17; 1 Cor 13:1-3; Gál 5:16-25]
Juan 15:5:
"Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer."
Gálatas 5:22-23:
"Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley."
Los Dones del Espíritu
Los dones espirituales son una categoría de dones de gracia (carismas). No se ganan ni se merecen, sino que se otorgan por la gracia de Dios. Los dones espirituales incluyen los dones sobrenaturales enumerados en el capítulo 12 de 1 Corintios: la palabra de sabiduría, la palabra de conocimiento, la fe, dones de sanidades, poderes milagrosos, profecía, discernimiento de espíritus, hablar en diferentes tipos de lenguas y la interpretación de lenguas.
Los dones espirituales son dados y distribuidos por el Espíritu según su voluntad. Se deben ejercer en la iglesia hoy en día en el contexto del amor cristiano para la edificación mutua y para el bien común. Los dones espirituales también tienen un papel importante en el evangelismo.
[Marcos 16:17-18; Lucas 1:67; Hechos 3:1-9; 5:15-16; 8:6-7,12; 19:6; 21:9; 28:8-9; Romanos 1:11; 12:6-8; 1 Corintios 1:7; 12:1-11,27-31; 13:1-3; 14:1-40; 2 Timoteo 1:6; 1 Pedro 4:10-11]
Hechos 8:5-8:
"Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Y las multitudes, unánimes, escuchaban atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía. Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados; y había gran gozo en aquella ciudad... Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres."
1 Corintios 12:1, 4-7:
"Pero acerca de los dones espirituales, no quiero, hermanos, que ignoréis... Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo."